Málaga llora la muerte de un pequeño, las luces se apagan por el.
No es justo la rabia y la impotencia en estos casos, era un día feliz, de ilusión, de alegría esperando a los Reyes, como miles de niños, y por un caramelo, muere, no es justa la vida, dejemos que los niños sean niños, no les quitemos sus caramelos, es su día nosotros también lo tuvimos, hoy he pasado vergüenza cuando veía a gente tirándose por los caramelos, con bolsas, paraguas, etc, y niños que ni alcanzaban a poder coger uno. Es su día, ojala pequeño tengas allá en el cielo una vida llena de caramelos y dulces, y que el recuerdo de tu sonrisa ayude a tus Padres y a tu familia. Yo al igual que Málaga lloro por ti. Mar Meseguer